Con fe rencia

A veces soy feliz, 

cuando nos reunimos en una charca 

a croar verdades de mantequilla y cianuro.

Soy inmensamente dichosa 

cuando nos quitamos los tacones 

y descalzos los escribientes 

somos perros dóciles frente a la caricia.

Sí, un mechero de bengalas 

y tarta de queso 

cuando las gente nos abraza 

y reímos juntos 

como esporas de fuego 

frente a la brasa de un pescado.

Me gusta escuchar.

Leer aplicada en un trozo de árbol.

Sí, cuando compartimos 

en una terapia de grupo 

la agresividad de la palabra.

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