ANTES DEL VIAJE.
I Amigo te disfrazas de profesor bondad, emanas fragancia de fresas y lánguida coloco mi nuca sobre tu torso. Entonces, los violines se quedan sin cuerdas, las flores son inodoras y eructas un graznido insostenible: -Luisa, demasiada poesía, estás obsesionada. Y tiene razón estoy atrapada al poema. Y le replico con un timbre parecido a los vientos que hinchan las prendas tendidas en los áticos. -Sin poesía, me pones una bolsa de plástico en la cabeza, la precintas y me lanzas a los contenedores. II A veces eres jardín, me guías en mi locura frenética a escalar recitales, tras porte de mi vicio, pero hoy te he dicho que marcho de nuevo, un viaje a las alturas al vértigo de cada rima. Y te vuelves tundra, zaino, y eres arisco conmigo, más estiércol que grulla, empiezan tus desvaríos de que me veré con hombres y yaceré con ello...