Elefantosis
No sé, si un elefante soy pero, puedo oír el ruido de la lluvia a kilómetros. Y le ruego que no pretenda etiquetarme pues mi espora puede mutar en escape libre o prosaico mar menor en anguila. Escribo lo que como. Y comer se trata de que leer nunca es suficiente. Sí, puedo ser un paquidermo, un mono o un logo. Mero, silla o si ya... He recorrido selvas. Y he visto la voz de la jauría. No pretendo, solo canto bufón o tecla. Así que poco escribo y el teclado alquimia rasteriza la cavilación. De qué sirve matar dos veces al poeta. Tanto daño innecesario como el de atropellar dos veces el hueso. Hay momentos de felicidad donde la persona peina al animal y salgo del casino. No hay fórmula mágica. Aquí cruzando la sabana. Ele fan te. Que llora a sus muertos. Y no cree en las etiquetas ni el ataque al mudo.