Descuidada procedencia.
Siempre conversaba de nuestra amistad como el nudo más fuerte del prefijo "des". Pero, yo no entendía, aunque ambos hablásemos con la misma lengua, que no pudiera escribir en el muro de su casa. Inexplicable el no tener fotos en público, ni muestras de cariño fraternal en entornos comunes. Y sin embargo, él hablaba impertérrito de la amistad, como si de un gran velero se tratase. Somos amigos. Y en mi perplejidad de carpa metida en una bo lsa, de lagarta metida en una bo tella. Saqué la conclusión navideña. Qué era su regalo. De esos que se llaman del amigo invisible.