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Mostrando entradas de enero, 2013

CLASE DE GEOGRAFÍA

Hay días que se siente perdida, el cristal que fugaz saltó de lo que antes era un vaso. Y se detiene ante el desierto, no ve solo arena. Allí la lagartija sonríe y la palmera es el plumero que limpia el estante. Gobi de curry y de azafrán. Ramas aceituna y un huracán que llena su mirada de fantasías. Han intentado barrerlo pero al abrir la ventana él entra por las ranuras, viste de polvo las formas, el mobiliario y las conjuntivas. Y  tiñe de oro la piel. Él dice que su comportamiento ha cambiado, la tierra seca mojada muda en pantano en albufera. Con ranas y libélulas en el montículo de Venus. Ella es Nilo. Y él un afluente que cubrió de polen su cuerpo. Cuantas veces ha notado la saliva de otra boca, la barba que pincha la mejilla ya besada. Lo esquiva de su mirada cuando amaneció su cortex en otra marea. Ella es Nilo. Egipcia manera de humedades en el rostro del hombre que ama y que escarcha en el cuerp...

FRUTAS DEL BOSQUE

Prostíbulo de carretera. El corpiño la ahoga en un suspiro: cuerpo sin alma, moradas las muñecas reposan en la vitrina. Y el humo del incensario juega por la fosas; trasportándola a los brazos de una madre. Un tubo por falda. Los párpados sellados por la silicona rememoran la melodía del viejo gramófono en la mansión encantada. Stilettos rojos: tacón de acero, arañan el parquet. Cuero negro y el látigo igual que la enredadera de antaño se abraza a la silueta Arrodillaté ante mí bebe el veneno que te coloca para complacer al cliente. Dominatrix de una sociedad de consumo. El ventilador no para de voltear. Atmósfera lúgubre, carmín mal cosido y costuras cedidas. Recuerda... Ella también fue niña... Hasta que la sombra la robó hacinada al olvido. Prostíbulo de carretera.

LIBIO NO ES LO MISMO QUE LIBIDO

Tarde de melancolía vestida con traje de luces. Rejonea con su mantón de grana las mariposas espantadas en un enjambre. Crecerá la aloe vera abierta porque quiere ser flor. Cerrará la persiana su cobardía cuando la cafetera se sirva caliente en la boca de una taza. Y vendrás al encuentro derrotado sin escudo. Recuerdo tu rostro como la hoja falta de agua desembolsabas la compra y  un suspiro, habló... Esa menestra será devorada por otro. Y tú, la colocabas sin orden en acto de rebeldía. Recuerda el pacto: manos arriba y sin móvil. Salimos de caza juntos y deslumbramos las águilas, los almendros, el olivo despeinado y la tiza reencarnada amante. Lo intentamos: Escribir el cielo con la luz de un foco. Dibujar en la arena con un soplete. Respirar dentro del cubo de la basura. Y nadar con delfines en el aire. Nuestro amor, cariño mío, es fraternal. Que hablen la plañideras y lloren las cebollas por nosotros. Tu y yo ...

UN IGLÚ EL SUPERMERCADO.

Cuando la hacen sentir una peladura de plátano puesta al revés. La mondadura de una mandarina que quiso ser culebra y se rompió en un puzzle. Frutero de cera, silicona y brillo de aerosol. Ser mordida y salir del metro llamado Paraíso. Devorada por el moho y alguna lombriz imperceptible. Descongelada en el pasillo de ultramarinos junto a los guisantes empaquetados. Él había escrito una nota de despedida en la lista de la compra entre la botella de aguardiente de Chavela, que en paz descanse y un litro de gaseosa. La abandonó con el carro metálico repleto de lágrimas-panecillo sin mortadela y con mortaja. Entre los compradores compulsivos y las ofertas yacía un tres por dos con papiroflexia de rótulos rojos y salida de emergencia en letreros verde. Un taxi  esperaba y trémula buscó la megafonía que anunciara su regreso. Basta una bolsa de cinco céntimos para transportar un corazón a rodajas y el alma envasada al vacío. Olvid...

PATATAS BRAVAS

Una hora a las tres concebí el desamor de tanto ser tren en una estación sin reloj. Y romero siendo mata iluminar la linterna-solapa de tu americana rusa. Sabes... Me gusta la trigonometría, no tiene límite el campo magnético. Ni vallas ni palos de bastos ! Reina de los mares del surcar en olas de sábanas desconjuntadas. Sostén verde con calzón turquesa. Me volviste a estafar y acabé colgada con la pinza del chino en forma de camiseta manchada de lejía. Olvidame tú que yo no puedo.             (Miguel Bosé) Me vuelvo lavanda en tus brazos y liliácea te pinto la piel del perfume. Te amo y lo sabes y me besas con forma de cartón de leche esparcida blancura en el suelo rojo. Y huele y la bebo, lácteo suero de Morfeo. Amar a dos hombres es delito según Sor Antonia, entonces por que ellas aman tantas a uno solo. Me envuelvo y cierro los ojos. Como la col cocina...

INSURRECCIÓN

Cuando la luna es el pozo de la lluvia de los ojos. La pupila de una niña en la nave de un suburbio de Brooklyn se troca en un punto seguido, la esfera de un pilar llamado "i". Cuando el terror se apodera y ya de manzana no soporta ni la presión de las manos. Pues se ahoga como la flama metida en un vaso de cine. Los ojos del miedo son la piel que muda de ángel a serpiente. Y la niña corre por los pasillos-pánico mientras él rompe sus cabellos con saña. Ella vive con su expectro, cada vez que abre el horno nota el vaho de su boca. Cuando la nevera abre su párpado y el frío de sus uñas se clava en la mejilla. Vive con el motor de la batidora como las correas que sujetaban el ascensor que las llevaba al ático. Donde germinaba blancura y moría. Para resucitar entre los muertos en el quinto piso. En el ojo de buey de una lavadora.

HA-MACA PERSA.

Enamorada delegas la almohada más pequeña. Plegable nido empotrada doble litera y con púas de fakir. Enamorada de tu colchón vicoelástico: un molde de  pastelina. Mi cuerpo se asemeja al botón de una nube en el cielo. Pero el de muelles habla conciertos de violín en la noche. Y con la espuma me tapas la boca esa de hocico de puma es. Enamorada y dormilando con despertares  en la balsa de uno de látex. Me arrebataste la almohada grande para dormir  sobre un cojín de sofá. Deja de conquistas en la telaraña del somier, enquista tu cuerpo y amemonos encima de la alfombrilla del aseo . Dejemos la cámara como un sándwich de sábanas, bajeras y mantas de terciopelo. En el silencio: el sepulcro. Todos separados cohabitando en edredones de porcelana. Turca redonda Kamasutra individual clínica y mortuoria.                  ...

EL CONGELADOR MICROONDAS

Cuando era niña siempre estuve enamorada del muñeco de nieve. Le miraba desde la cúspide del abeto y veía como la zanahoria le brillaba en la noche sin respiración. Salía en la penumbra nocturna y ataba una bufanda en su cuello-alabastro. Mis familiares desaprobaban mi amor enfermizo. Arrastraba su cuerpo albino a la morada hasta que la chimenea lo fulminaba en un charco seminal. Muñeco de nieve y  Papa Noel: el dulce de chocolate abrigado con gabardina plateada, que desnudo es hueco y sin cara. Te añoro. Y en un placentero "revival" sumerjo el hielo en el café ébano de mi vaso. Pues las apareciencias engañan y aún quedan quemaduras de tu gelidez en mi piel. Hombre-luna y labios mentirosos ven a morar al jardín. I like tu silueta en la noche observando, asomada en la ventana. sin ropa.                          ...

E-PISTOLA.

Estimado amigo me levanté con resaca de tu ironía de sal gorda. Deja ya mi libertad salir de tu coche negro de tu carrete de fotos. Paquidernista siempre con amuleto en la maneta y las mismas poses en todas las postales Navideñas. Agotada sin batería por la helada de la lluvia meteórica de mensajes de mujeres que piensan que yaces solo en el olivo y apoyas tu pezcuezo de ganso en mi vientre. Amigos con un alto precio, ser... Tu mango del destornillador, la empuñadora del serrucho y la funda de las tijeras. Deja de sobreprotegerme y no tengas pavor que él sea mejor amante Quedaté con tu ristra con tu colección de muñequeras lindas, deja en libertad esta esperanza que hay amores que matan pero amigos que son esposas, que cuelgan en las llaves de los carceleros. Deja respirar los pendientes de mis pulmones y que mis zapatos bailen en otros pies. Si me amas como persona deja que mi barca navegue en su mar aunque me atemorice...