Cenicero hecho con sellos usados. (Te envío mi abrazo virtual)
I No supe del amor cuando en mi regazo moraba. Lo tenía como hilo de teca, fideos chinos que saciaban el alma. Pero era tan grande, que sólo como una montaña lo descubrí cuando mi tren había marchado. Desde el horizonte. De puntas sobre una piedra. II Él me devoraba como el fuego al papel en un rulo de cigarro. Decía: Perdona. III E igual que la hoja triturada, seca lodo del tabaco me incendió hasta restar la ceniza de mis deshechos. IV Qué coño me hiciste, para aliviar esta zona cero entre mis dos extremidades femeninas. Por qué llegaste a mi bosque y luego pirómano calmabas mi sed, agua. V Pasan los collares de los días y el acertijo del lago embarranca en tantos puntos en el signo interrogativo de tu oficio. VI Me decía al oído con esos labios que son tristeza trasvertida de máscara. Perdóname. El virus hizo mella y mis manos fueron membranas, aletas, me trasformó en delfín. VII Di que hoy no es hoy, que en l...