MEDITERRANEAMENTE INCORRECTA
El flahs dispara y la pólvora aniquila. Fotógrafos que escriben poemas de tiempo. Instantáneas devoradas por la luz. Dos semanas de penitencia. Con el hilo conductor de tus cuerdas vocales en una guitarra con un pozo en su vientre. Porque buscas la letra número 29 en la calle Alfabeto. El dar una explicación como las roscas del cuello que no apretadas lo suficiente manchan la bandolera. O la vida de copiloto en ese autobús España-Rumanía que vira en la curva. De cristales tintados que tapan la cara a la despedida o a la recepción. Hoy desayuné decisiones y ejecuté una en medio de la plaza del Carmen. Mi amigo-logo me llevó al bar donde cena el verdugo. Recriminado que ningún hombre en su juicio sano aceptará la filia a mi peluche almassorino. Que pretenda dormitar con el oso caramelo en todas las coberturas de la cama de un hotel, balneario o pasillo de quirófano. Señor psicoanalista. No soy matemática. No soy pap...