Cansancio
Dicen que la muela, número 36, simboliza el hogar, la tierra. Supongo que por eso me costó, tanto, arrancarla de mi boca. Con este sufrir que atraviesa como un pico cuervo que derrotado dibuja lo innegable. Por qué siguen doliendo las ausencias, el aceptar la histerectomía raíz que te fragua, te aletea, te eletrocuta como un mortero que se niega a desprenderse de lo perenne. Parece una ceremonia de despedida, y la encía añora la ropa que no supiste guardar cuando a nado, cruzaste el mar de yodo. Eras tú, ese mar que de fracturas se enquistó en una palabra. El dentista la arrancó de cuajo, con la anestesia de un niño que ha perdido su ojo. Y tuerta, en una fragua ala de corriente te varó en esta playa de Levante.