Antitetánica.

Hay que salvar el poema
convertirlo, trasmutarlo, exorcitarlo
en un gran musical de Broadway.
Le metemos perros,
niños,
algún androide
y...

¿De qué precariedad
salimos a flote?
El poema aplaude,
pero, no puede con honra ganarse la vida
cuando todo lo rimado choca
contra la piedra de nuestros ojos.

Legañas sin salario.

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