38 grados.

Cómo construir un poema,
donde tú no aparezcas sentado
sobre sus ramas.

Quisiera, porque vivir sin ti se puede,
amar a otro árbol
creyendo que quien ase el tronco
es el roble, tan fácil,
como construir un poema
y tú aparezcas
a mi lado.

Te acercaste lento palafito
dentro de un caballo y pensé,
qué germen yace en mi montura.

Quisiera, porque morir de amor,
se puede, cruzar el meridiano
que separa la farmacia
a la flor más seca de un vaso.

Y temer la condena, porque el cuerpo
escancia tan poca cosa, un llavero del tiempo,
que no importa arrodillar al vasallo.

Amordazar su boca
y coser los ojos con hilos
para que acate tu nombre.

Luego en estampida,
el orgasmo, y la desolación del combate.

Quisiera, pero los muertos se acumulan
en campos donde nacerán jacintos
pensando que eres en ti  a quien amo.

Cómo borrar el paso del pájaro,
y hacer de nuevo
que no florezcas, en primavera.











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