Fuera de servicio

Cofrade pendiente subes ocho pisos
de tirachinas, con el ascensor maltrecho.
En una escalada de rellanos
con macetas
amorfas y una ventana
que hipócrita se abre a un híbrido de tapia.
Y cielo.
Con el aire comprimido.
Y el asma como un conejo maldito

haciendo Pascua a mi respiración
de tic.

Uno piensa que el amor  es sublime.
Qué no agota el peldaño
Y que el oxígeno caerá en una hoja traviesa
a taponar la boca, la cara, el cuello.
Qué  un octavo sin ascensor
es una excursión
al campo.

Y que volar se queda como un despropósito
de abeja.
Cuesta tanto el clímax
de la ascensión  a la guarida.
Qué mejor quedarse arriba con las cigüeñas.
Y aprendamos a amar
que bajar, también, cansa.
Y creo que merecemos la probabilidad
de respetar y aprender de las roturas mecánicas.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Reseña de "Hasta dónde el daño" de Fer Gutiérrez

Reseña "Piscina del Oeste" de Ágata Navalón

Reseña "Pústulas" by Raúl Ariza