El lobo con memoria de pescado.

El inconveniente de cuidar a un lobo,
se traduce en que parece un perrito
leproso.

Lo cuidas, hasta el hartazgo,
mientras plañe,
pensando "el lobito bueno"
que no está enfermo.

Que finge.
Que los análisis hablan por los codos
y se equivocan.

Luego se cura.
Y el lobo es un lobo;

corriendo frenético hacia las montañas
y te deja sola.

Como siempre.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Ánima-les

Reseña de "Hasta dónde el daño" de Fer Gutiérrez

Reseña "Piscina del Oeste" de Ágata Navalón