Dificultades para el reiniciado.

En esta promesa
de seguir hacia delante
desconozco
la carcoma
en que estado
me dejará después de la lluvia.

Minuto a minuto.
Hombre de los zapatos bermellones
no debo soñar con usted,
pero, el techo se desploma
y mi cadáver queda atrapado.

La última vez que hicimos el amor,
antes que a la albufera la ánade retornara.

La última vez,
fue la primera.

Y siento la roída
y me pregunto, si usted aún le resta
en su cavidad el cedro
u el olvido.

Porque un silencio nunca
dolió tanto.

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