Aniversarios y desvarios.

La uva ejerce de ojo
en el septiembre
que de alguna manera saltimbanqui
toma impulso para el fin,
hoy, con un domingo por sombrero,
se plantea necesario
en su recogida, al menos,
de códigos.
Me gusta la vendimia,
me trae el dolor del parto,
de la partida, de la partitura
de cada una de las imágenes
que en racimo caen grano
a grano en mi ojival
que superan o simplemente
se quedan en trago con sabor a jarabe
de cupos y cosechas varias.

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