EPÍSTOLA LLADÓ-MATERNA


Estimada madre:

Sigo de mundanza por la vida
con mis penas y alegrías
en esta mochila de esparto.
...
Te he fallado
me divorcié del principe
y sigo viviendo con ranas.
Ayer ,te añoré...
Y hoy... ya he vuelto a vivir con tu ausencia.

Un abrazo tuyo
con esa ensaladilla que desborda el plato
y tu voz al otro lado del alambre,
del mediterráneo.
Cansada
y eterna
siempre esperando
que ambas cedamos
en un "te quiero"
sin tregua
en el silencio.
OS QUIERO TANTO MADRE....

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