Salmificación
Vivimos en un mundo
que es más fácil tirar bombas, que decir:
te quiero.
Calumniar al vecino.
Atropellar al lenguaje.
Disimular las ojeras.
Un mundo de jactarse y la empatía en desuso.
De tolerar lo injustificable.
De venerar lo artificial.
De manchar el agua.
De vomitar en vez de abrazar a la sombra.
De radiación
con bombas informativas
y químicas que corrompen.
El prejuicio, la xenofobia.
El iris protegido del ojo.
El hacernos daño de un modo gratuito.
El hecho audiovisual.
De un mundo. Que no quiere
admitir que con el poeta
huérfano en un recital
cosechamos campos de minas.
Te quiero.
Atragantado en el área de la preferencia
a lastimarnos, a ensuciarnos,
a desproporcionarnos.
Sin egoísmo. Decirlo.
que es más fácil tirar bombas, que decir:
te quiero.
Calumniar al vecino.
Atropellar al lenguaje.
Disimular las ojeras.
Un mundo de jactarse y la empatía en desuso.
De tolerar lo injustificable.
De venerar lo artificial.
De manchar el agua.
De vomitar en vez de abrazar a la sombra.
De radiación
con bombas informativas
y químicas que corrompen.
El prejuicio, la xenofobia.
El iris protegido del ojo.
El hacernos daño de un modo gratuito.
El hecho audiovisual.
De un mundo. Que no quiere
admitir que con el poeta
huérfano en un recital
cosechamos campos de minas.
Te quiero.
Atragantado en el área de la preferencia
a lastimarnos, a ensuciarnos,
a desproporcionarnos.
Sin egoísmo. Decirlo.
Pero preferimos pisar al caracol
antes que esperar un segundo su paso.
Qué nadie nos detenga
en nuestra autodestrucción.
antes que esperar un segundo su paso.
Qué nadie nos detenga
en nuestra autodestrucción.
No me gusta cuando el pesimismo borra la sonrisa de tus versos. Ánimo.
ResponderEliminarEs un viejo verso del año 2016, y lo he compartido porque lo encontré oportuno al momento actual. Un abrazo.
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