Entradas

La buena suerte del trébol de cuatro hojas

 En ocasiones, la vista se nubla  ante la urgencia de las mañanas  que se acolchan con la amistad,  de aquellos corazones  que han aprendido a escuchar tus fracturas. Y, en cierta manera,  con su presencia sanan  los desajustes de la vida, las permanencias ocultas  que larvarias carcomen  las zonas escasas  donde la esperanza resiste. Porque no somos más que gotas,  nocturnas de rocío, deslizamiento en un sistema poliédrico, de noches donde dormir  se convierte en una cima y el pan se desvanece, entre tus dedos, para ser devorada por las palomas. Y cerrar un libro y apagar la bombilla y sorber un trago de agua para deglutir aquella decisión  que postergada, en el refrigerador de tu pecho, se enquista y te hunde hacia este poema  que no conoce fondo. Por eso, te agradezco amistad, tu sostenibilidad con mi pena, el enclave de un solo hilo  de mi chaqueta cordura. La buena suerte del trébol de cuatro hojas.

11 de julio_Etiqueta Roja_ en el FNAC

Imagen
 

Estela

Luciérnaga de luz que invita al sopor  con la humedad urbana. Eco doble, Eco, Eco, de aires acondicionados  en su retorno a la noche. Ventilador silábico  que remueve el pensamiento  en su caracola de PVC: invitación mar de una vasija. Con el calor vienen las guerras. Con el fogón, la sopa  hace tedio de cuchara. Con el silencio sanguijuela  que amedrenta este ferrocarril  que cruza, con una gelidez  absoluta, los centros comerciales  y los restaurante de hoja de espinacas. Horno ambulante  de obra sin parasoles. Ni marquesinas  para lo que retorna como una vómito candente  entre los bastidores  de una máquina con filtro. Eco, eco, ecodrama  de no saber si es una estrella  o un misil 23467 lo que ilumina  este jardín de aire comprimido.

Extracto del Prólogo Tiralíneas de Plomo (Editorial Buenos Aires Poetry)

Imagen
Aun cuando la atmósfera bélica se presiente ya en el mismo título con esa referencia al pesado plomo, metonimia de bala, metáfora de la palabra, que perfora y persiste en la memoria, el tiralíneas con su precisa y exacta medida traza y rectifica la trayectoria de la bala para fijarla en el poema. Hay que adentrarse en este poemario con la certeza de que no vamos a salir indemnes de él, porque Lluïsa Lladó arriesga con acierto en este libro a través de caligramas, imágenes incisivas e indagación lingüística, proponiéndonos un cambio de registro respecto a sus anteriores Etiqueta Roja, La complejidad de Electra o El arca de Wislawa. Ocho apartados, cuyos poemas no van titulados, estructuran este poemario, el cual te va arrastrando hacia el interior de un conflicto que, si bien es externo, percute y se expande internamente. No hay contradicción sino la escrutadora mirada de quien observa en un medio adverso el modo de defenderse. Patricia Crespo Alcalá https://buenosairespoetry-es.quares....

Tripulación de la deriva

Imagen
Araña que teje la línea  con la acrobacia del trazo  que gira en una noria de círculo proscrito. Doblez del pronombre, adherida luz a un reguero de sentencias  para formar, con el hilo, la consonante. Voz claudia de este poema  que, en su oficio de vidrio,  sopla artífice la creación de sus pulmones. Letra a lepra, cincel lengua, la molécula bestia de un ganado  con la fiebre del reo. (Úbeda, 25). Susurro en el baile arácnido  en este tapiz de soledad.

El Tiralíneas de plomo

Imagen
https://www.amazon.es/tiral%C3%ADneas-Colecci%C3%B3n-Passes-Buenos-Poetry/dp/6316688113/ref=zg_m_bsnr_g_14177767031_m_sccl_6/259-1867485-0193164?psc=1 ¿Quieres trazar un camino?, ¿te apetece un metal maleable y ligero como el plomo?