Inflexiones, reflexiones y flexiones

Qué debe sentir un cuadro en el Louvre
o cada trazo de Goya en su lienzo.
En esta saciedad construida
para ser devorada por la visión.
Ayer que por las calles deambulaban los pasos
y ahora la lluvia soltera transita.
Un aroma, a tierra húmeda, por la ventana
ha saltado, para que el latido
no se gangrenara con su óxido.
Escucho la tos (de bajo) de la vecina
por culpa de su tabaquismo,
o la cisterna arroyo en los cimientos
con el piar de las ratas.
En esta ciudad bosque
con pájaros libres de cargas de hipoteca,
observando a la bienaventuranza,
de crisis de identidad, por qué no sé
si es una crónica o un verso

 

La presidenta de la comunidad

grita, y parece la líder

de una secta, al afirmar

que hay demasiada gente en el mundo.

Y yo reflexiono "de qué gente marmita".

O habla en términos generales.

La vida ha dado pruebas

de su ludopatía macabra, la cual, supongo que tediosa

ha fichado a más jugadores.

Hace tiempo que cavilaba sardina que el capitalismo

frente a las bolsas de plástico en el mar

no era un buen pescador.

Qué los sanitarios son el petróleo de las guerras,

más valiosos que las soldaduras.

Qué debe elegir un ser, privado de su libertad,

y las personas que piensan amatorias

en su caverna de Calderón.

Voy a leer otro libro, a ordenar los armarios que en la orgía

del tiempo

se habían desmelenado.

Pienso en los animales en las jaulas del zoo.

En el pan congelado.

En mi familia.

En los libros de historia.

En la caída del Imperio Romano.

En Dickinson Emily encerrada voluntaria-mente

en su habitación con vistas.