Marejada es mareada.

Entre botes 
no en un mar, si no en el armario
de la cocina
alimentos alienígenas Allí baba
y los cuarenta bidones
de gasolina que arden
dentro de mi corazón
sazón zorra idea ni puta
de calamares calamidades
y pulpo en salsa americana
negra puesta en los hombros
bróquil taquigrafía verde del esputo.

Me dice, vete
me has hecho daño
ventrículo
lata de machas y astro peras
en el hábitat
de esta torre mallorquina de defensa
un meteoro
pequeño, remoto, con olor a mandarina
que puede derrumbar al hombre.

No lo olvides, en verso femenino.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Reseña de "Hasta dónde el daño" de Fer Gutiérrez

Reseña "Piscina del Oeste" de Ágata Navalón

RESEÑA "BLANCO ROTO" by AMELIA SERRALLER