Esponjas marinas.
Pernoctar en el epicentro de un terremoto,
contemplando los huesos arquitectónicos
de las casas, de los templos, del árbol
esquelético en su ciempiés, vertical perenne.
En comercios hechos a medida
con el sastre de maderas
prefabricadas.
En un lugar sin viento.
De pueblo con agradecimiento perpetuo.
Antes de la sacudida abrupta
sale el amor líquido
y un día cambia por medio
Extraña circunstancia
de derribo de edificicaciones.
Subiendo la cuesta
para emular al druida
bajo los escombros
de la escala
y sus artefactos de natura
demoledora.
Bruja que utiliza de conejo de indias
su propio corazón
y pierde, en sísmico
repliegue de vocales
fornicadoras.
El sueño donde existe
el número seis modular
y trazo de ola.
Vivir en un pueblo
Pescar mariposas.
Miga de pan y fanfarria.
Un prisma visto
para sentencia
con paredes de cartón,
como caracoles con la pena
por sombrero.
Vivir antes del eco.
Para sentir que esta historia
viaja réplica tras nuestros móviles
Y por qué no.
contemplando los huesos arquitectónicos
de las casas, de los templos, del árbol
esquelético en su ciempiés, vertical perenne.
En comercios hechos a medida
con el sastre de maderas
prefabricadas.
En un lugar sin viento.
De pueblo con agradecimiento perpetuo.
Antes de la sacudida abrupta
sale el amor líquido
y un día cambia por medio
Extraña circunstancia
de derribo de edificicaciones.
Subiendo la cuesta
para emular al druida
bajo los escombros
de la escala
y sus artefactos de natura
demoledora.
Bruja que utiliza de conejo de indias
su propio corazón
y pierde, en sísmico
repliegue de vocales
fornicadoras.
El sueño donde existe
el número seis modular
y trazo de ola.
Vivir en un pueblo
Pescar mariposas.
Miga de pan y fanfarria.
Un prisma visto
para sentencia
con paredes de cartón,
como caracoles con la pena
por sombrero.
Vivir antes del eco.
Para sentir que esta historia
viaja réplica tras nuestros móviles
Y por qué no.
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