El laberinto

Entre sus manos
el mijo se vuelve arena
y la cebada de hilos riza crines de yegua.

Cera, mi osamenta, líquida
con el cordel sexual
haciendo carrete.

Yo que repetí un batallón de...,
que pronuncié cien relámpagos
dentro de las caracolas
que no retornaría a su panal.

Pero, la lengua se vuelve cuerda
y las pupilas se anillan
cuando somos nudo de cuarzo.

Y miento a la galaxia
la blasfemia  de que el amor
se ahogó en un acuario de Work.

Tú haces que el pájaro cave la tierra
Tú, configurando la coordenada

de yema en batería.

Y caigo.
Y mis manos tejen.
Y tu cuerpo
es mi tierra
y yo soy tu árbol.

II

Imposible no sucumbir trigo.

En la sombra como la mejor
de las danzas.

De qué sirve la terapia de repetir
que no le amo.

Si estas palabras
varan en muela.

Y el corazón naufraga.

MMMMMM.MMMMM

III

Ponzoña antes del viaje
para que todas las caras
me sepan a él.


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