Mi hijo y el gato Misha. (reflexión familly Mallorca)

La madre tumbada en el sofá nupcial
y el niño de ojos dátiles
que la custodia, para susurrar
a su oído.

-¿Puedo contarte un secreto?
 Sé hablar con los gatos.

Y las comisuras se trocaron en piñata
y ella se lastimó con la verdad cortante.

¿Cuánto tiempo había estado muerta?.

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