Tocar la fe-moral (reflexión desde la isla)

Odia que la llame pesada.

Si él quiere invocar
a la piromanía de su vesícula,
no tiene más que exclamar:

-¡Plasta!

Y de repente
la pluma pesa,
la sombra aplasta,
el soldado arde,
la sangre grita,
la luz apaga,
el pollo es gato
y la luna, sí, la luna
y los tampones del mapamundi
que bucean por los desagües-plomizos
y que acaban náufragos en la costa Tubería
y  todo pesado mineral, gas, mercurio, pilas, baterías, piedra y callo;
huelen al eufemismo del muérdago, léase, mierda.

PEdida
SAcra
DAlia.

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