Ayer no es hoy.

En mis humildes bodegones
la fruta jamás fue fresca;
trasnochaba demasiado
y el tiempo en ella pasaba factura.

La manzana en el cuadro 
se consumía ensimismada.
Y el moho, dando luz verde a los limones,
procedía del buche-corazón-putrefacto
con las bocanadas del vodka.

Ahora, en penumbra,
vestida o desnuda, según maja goyesca,
observo al óleo 
y recuerdo la mano que lo creaba,
pero, en una mujer desconocida.

Tal vez, tal vez, vez tal,
hubieses tenido que ser azucarada
o en macedonia para la niñez tardía.

Me resultaba otoño
en todos los lienzos.

Era la resaca 
y la falta de sueños



Comentarios

Entradas populares