TESIS
Cuando los cuerpos sean máquinas.
Bombay sea una tienda de oportunidades
y los niños piensen que la felicidad se compra en un chino.
Cuando el metal sea nuestra alma
y el lubrificante la sangre
que impulsada vaya a un microchip insertado en la muñeca.
Cuando seamos híbridos de robots
y olvidemos el dolor
para seguir destruyendo
y la compasión y la piedad
sean una estatua que encendida a una red,
la lampara del jardín de un alto ejecutivo.
Y no exista fauna, ni el ruiseñor brille por su oro,
cuando, cuando dentro de un siglo o dos,
mis cables se líen
ante tanta guerra encubierta,
las soldaduras de vivir cien años
para ser elegidos.
Cuando el cielo no exista,
la tierra sepa a plomo
y los muertos floten en el espacio.
Y una chispa sea vida.
Cuando aún todo esto y lo otro,
en donde la vida era sueño, teatro, film y ahora videojuego para sobrevivientes.
Y guarden celosos oxígeno en un frasco Channel número cinco.
Te amaré
sobre el iris derrotado de la polución,
la música electrónica
y la revolución de las masas:
tubos de ensayo, policromía y probetas.
Te amaré.
Polos, plástico y energía monoclear.
Te amaré hasta que te duelan las arterías de titanio
cuando.
Bombay sea una tienda de oportunidades
y los niños piensen que la felicidad se compra en un chino.
Cuando el metal sea nuestra alma
y el lubrificante la sangre
que impulsada vaya a un microchip insertado en la muñeca.
Cuando seamos híbridos de robots
y olvidemos el dolor
para seguir destruyendo
y la compasión y la piedad
sean una estatua que encendida a una red,
la lampara del jardín de un alto ejecutivo.
Y no exista fauna, ni el ruiseñor brille por su oro,
cuando, cuando dentro de un siglo o dos,
mis cables se líen
ante tanta guerra encubierta,
las soldaduras de vivir cien años
para ser elegidos.
Cuando el cielo no exista,
la tierra sepa a plomo
y los muertos floten en el espacio.
Y una chispa sea vida.
Cuando aún todo esto y lo otro,
en donde la vida era sueño, teatro, film y ahora videojuego para sobrevivientes.
Y guarden celosos oxígeno en un frasco Channel número cinco.
Te amaré
sobre el iris derrotado de la polución,
la música electrónica
y la revolución de las masas:
tubos de ensayo, policromía y probetas.
Te amaré.
Polos, plástico y energía monoclear.
Te amaré hasta que te duelan las arterías de titanio
cuando.
Tu poesía "surrealistamente bella", atrapa...
ResponderEliminarPreciosas letras Lluisa, como siempre.
Un abrazo.
Felicitaciones por tu bello blog.