COLESTEROL

Casquivana
y qué más da,
sueños reprimidos
de la misoginia
vestida de mujer,
quizás alucinaciones
que se verbalizan
en esta hembra
que cada vez asembla a su madre Tarifa
atravesada con ojos masculinos: estigma.

Considero que la hipoteca
procede de esa especulación
a la propiedad,
los cuerpos
no son de nadie,
y esa necesidad humana
es igual al instinto de beber o comer,
pero la satanizamos
considerándola poética.

El sexo no es un droga
y sin embargo preferimos el hedonismo
de seguir devorando e inundarnos
de jarras, jarros y carrillones.

No soy propiedad,
soy libre, quizás sea mi cerebro
el que zafio sabe quien pueda tener mi escritura.

Cortesana y cabaretera como dijo Vero,
me recuerdas a Lisa Minelli comentó,
(Menudo piropo)
puede ser... es hija de Dorothy
y las medias de rejilla y las sillas me culminan.

Pero de allí a la promiscuidad sólo está la mente enfermiza. 

Welcome santa inquisición.




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