BITÁCORA VIAJE A BARCELONA I
I
La amé condal
hasta la locura
y él lo asume
con la monotonía
del homo mitad león,
de untar tostadas de mantequilla,
de colocar una flor
en la uve auditiva
y besar be barbilla
como succionando
agua perdida
de un tubo roto.
Hasta que...
Un camión de alta vellosidad
con ruedas de molinos,
embiste taurino,
nos arrolló turquesas
en ese auto de choque.
"La danza
frente a los ojos del Minotauro
es cortejo de muerte"
Una chapa amoratada
prensando dos cuerpos
que despedazados
salpicaron llantos,
camino,
las hierbas púbicas de los arcenes.
La cabeza
destronada
rodando alarido
sin respuesta.
Con brazos devorados
por el vehículo Troyano.
II
Descuartizada
por la hoja metálica
sólo quedó una sombra
pegada al pecho
de mi compañero.
III
Tal vez, nos arrollaron como juncos
en un torrente de Mayo.
Fuimos tragados por el oleaje dragón.
Lo amé, hasta descubrir
la malicia
de lamer dedos embadurnados
de confitura ácida.
¿Para qué desear un cuerpo incompleto?
Otra víctima de su índice
de la siniestralidad.
Sí, amé a esa ciudad Barcelona
pero Madrid,
me pervirtió
contra el aparador.
IV
Mi cuerpo
es un armadura
de trozos de repudio.
La amé condal
hasta la locura
y él lo asume
con la monotonía
del homo mitad león,
de untar tostadas de mantequilla,
de colocar una flor
en la uve auditiva
y besar be barbilla
como succionando
agua perdida
de un tubo roto.
Hasta que...
Un camión de alta vellosidad
con ruedas de molinos,
embiste taurino,
nos arrolló turquesas
en ese auto de choque.
"La danza
frente a los ojos del Minotauro
es cortejo de muerte"
Una chapa amoratada
prensando dos cuerpos
que despedazados
salpicaron llantos,
camino,
las hierbas púbicas de los arcenes.
La cabeza
destronada
rodando alarido
sin respuesta.
Con brazos devorados
por el vehículo Troyano.
II
Descuartizada
por la hoja metálica
sólo quedó una sombra
pegada al pecho
de mi compañero.
III
Tal vez, nos arrollaron como juncos
en un torrente de Mayo.
Fuimos tragados por el oleaje dragón.
Lo amé, hasta descubrir
la malicia
de lamer dedos embadurnados
de confitura ácida.
¿Para qué desear un cuerpo incompleto?
Otra víctima de su índice
de la siniestralidad.
Sí, amé a esa ciudad Barcelona
pero Madrid,
me pervirtió
contra el aparador.
IV
Mi cuerpo
es un armadura
de trozos de repudio.
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