DOS Y CUATRO
Poseo una mala corazonada
de que la oropéndola
revolotea el nido.
Será la nube con forma de minino,
el hedor de su apnea,
y el insomnio mal adherido a las sábanas.
Alucinaciones
desquiciadas de las mías,
de este cerebro que lleva palillos
y un tapón de corcho por cabeza
formando una mula sin paisaje.
Porque si fuese así
empezaría la carrera
de las veinticuatro horas:
24 horas de catarsis.
24 horas de espera.
24 horas en remojo.
24 horas en vilo.
24 horas ahogada.
24 horas dando vueltas.
24 horas moribunda.
24 horas asediada.
24 horas vencida.
24 horas muda.
24 horas sin esperanza.
24 horas roja.
24 horas en el depósito.
24 horas bajo tierra
24 horas con flores.
24 horas:
dos docenas de rosas
minutos y segundos
de consanguinidad.
24 horas Penélope.
24 horas de día.
24 horas sin respiro.
24 horas para nada
resucitado Ulises
y glorificada.
Abre un luz a tu tapia
o calla para siempre.
de que la oropéndola
revolotea el nido.
Será la nube con forma de minino,
el hedor de su apnea,
y el insomnio mal adherido a las sábanas.
Alucinaciones
desquiciadas de las mías,
de este cerebro que lleva palillos
y un tapón de corcho por cabeza
formando una mula sin paisaje.
Porque si fuese así
empezaría la carrera
de las veinticuatro horas:
24 horas de catarsis.
24 horas de espera.
24 horas en remojo.
24 horas en vilo.
24 horas ahogada.
24 horas dando vueltas.
24 horas moribunda.
24 horas asediada.
24 horas vencida.
24 horas muda.
24 horas sin esperanza.
24 horas roja.
24 horas en el depósito.
24 horas bajo tierra
24 horas con flores.
24 horas:
dos docenas de rosas
minutos y segundos
de consanguinidad.
24 horas Penélope.
24 horas de día.
24 horas sin respiro.
24 horas para nada
resucitado Ulises
y glorificada.
Abre un luz a tu tapia
o calla para siempre.
Comentarios
Publicar un comentario