No se ha ido
III
Un fantasma implica
entre todos sus oficios
la opacidad.
El cruzar el tiempo en la memoria.
Y convertir una pared
en una superficie dócil.
Un fantasma, muere tantas veces
atravesado por los ladrillos.
Por las arrojadizas armas
que le lanzan para exorcizar su espectro y
no cruzar el charco.
El fantasma tiene su corazón a la vista.
Podemos observar su latido.
La sábana húmeda del llanto interno pozo.
Riego.
Fantasma motriz.
Con el estómago repleto de piedras.
De las afrentas poliédricas.
Tela fina de alabastro como un mueble
de un bazar.
Fantasma con nombre y apellidos.
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