Perversa en verso.
No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los
párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en
la garganta.
Eduardo Galeano.
Galeano decía que entre la garganta y su boca,
entre la córnea y las cataratas cerebrales
existía la vara lírica
del nombre de dos mujeres,
siempre, en presa hacia el embalse
de un estómago que pasaba la hambruna
de un lío espiritual
que nunca llegaba al destino
que no es otro que el alma, un estómago en toda regla
y bastidor.
Sabe que mi mente anda algo confusa
y que más que tratos digestivos
la denominación
común, en doblez y carta, más que alimento
perdura en almohada y colcha.
Tengo dos hombres
en mi cama
y eso no me lo enseñaron en la escuela.
Eduardo Galeano.
Galeano decía que entre la garganta y su boca,
entre la córnea y las cataratas cerebrales
existía la vara lírica
del nombre de dos mujeres,
siempre, en presa hacia el embalse
de un estómago que pasaba la hambruna
de un lío espiritual
que nunca llegaba al destino
que no es otro que el alma, un estómago en toda regla
y bastidor.
Sabe que mi mente anda algo confusa
y que más que tratos digestivos
la denominación
común, en doblez y carta, más que alimento
perdura en almohada y colcha.
Tengo dos hombres
en mi cama
y eso no me lo enseñaron en la escuela.
No permita tales desmanes.
ResponderEliminarCéntrese, please!
Jajaja, no se ofenda Don Julio, que el poema es pura ironía. Un guiño a Galeano. Estoy centrada, no tema.
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