No fingía, me gustaste de verdad.
Cien mujeres han presidido
la bendecida absolución
con el agua de los tréboles.
la bendecida absolución
con el agua de los tréboles.
Indultada del garrote y
limpia de las pinturas belicosas,
obligaron a romper de las palmeras
las vainas.
limpia de las pinturas belicosas,
obligaron a romper de las palmeras
las vainas.
Y del yelmo desprovista,
abrieron mis puños,
a la esperanza
junto el abrazo
liberador de la más sabia
que acarició mi barbilla
por dos veces en rotación
de astro y luna.
abrieron mis puños,
a la esperanza
junto el abrazo
liberador de la más sabia
que acarició mi barbilla
por dos veces en rotación
de astro y luna.
Todas al pié de mi cama
cantaron el ala, de batista
para mi envuelta
gusano revuelto que hurga
mis pies desprovistos
de la venda del leproso;
ellas susurraron al oído
que era la hora de abandonar
al enemigo,
ese que espía a través del espejo.
cantaron el ala, de batista
para mi envuelta
gusano revuelto que hurga
mis pies desprovistos
de la venda del leproso;
ellas susurraron al oído
que era la hora de abandonar
al enemigo,
ese que espía a través del espejo.
Y que en paz con mis demonios
fuera detrás del monte
con la única arma
del amor.
fuera detrás del monte
con la única arma
del amor.
Entre gasas cogida de tu mano
de dragón rojo.
de dragón rojo.
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