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Mostrando entradas de abril, 2014

DOS Y CUATRO

Poseo una mala corazonada de que la oropéndola revolotea el nido. Será la nube con forma de minino, el hedor de su apnea, y el insomnio mal adherido a las sábanas. Alucinaciones desquiciadas de las mías, de este cerebro que lleva palillos  y un tapón de corcho por cabeza formando una mula sin paisaje. Porque si fuese así empezaría la carrera de las veinticuatro horas:                                        24 horas de catarsis.                                        24 horas de espera.                                        24 horas en remojo.                                   ...

FILOSOCÍA

Y este garabato que no abandona. Recuerdos... es lo que aparecen por los estantes, y en la ropa sin cuerpo. Recuerdos que aseo con el mejor detergente limpia gérmenes, abrillanta olvido y ejecuta sueños. Pero el garabato no se elimina ni con velas en procesión. Recuerdos, manchó mi mácula cuando dijo que Nietzche era un dios. Tuve que contener un gemido exclamativo de circunstancia. Nunca tanta perfección fue tan afín y desafinada al mismo logro.

COLECCIONISTA DE CASAS COMO UNA ERMITAÑA

I Siempre he adorado los seres vivos con concha desde los galápagos hasta los cangrejos. Por eso nunca es tarde iniciar de nuevo un proyecto de fin de carrera aunque llueva sobre los papeles de estudio y rasca-espaldas. Y admitir que empecé a andar con el trayecto  como en una película de plástico al revés. Jamais. Rodeada por bolsas y mis últimos enseres, mudar de piso hasta mi nueva etapa. Creo que tengo la firmeza exacta  de un queso blanco. Me lo ha corroborado mi psicoterapeuta, no deseo que me tome afecto, sino perderá objetividad y necesito un juez implacable para mi sanación.       II He cogido todas las caracolas que han sido mis casas y me he confeccionado un collar muy exótico. Me faltan los pendientes a juego. Pero eso no importa soy capaz de oír el mar sin ellos. Confía en mí.

BITÁCORA DE MALLORCA II

Esta mañana subí hasta el Grau  y observé lo que quizás hayamos perdido los mallorquines. Me tumbé sobre la arena detrás de unas dunas y unos pájaros inquietos, molestos por mi presencia, me vigilaban desconfiados. No había nadie. Supongo... Qué faltaba la tumbona, el hotel-cemento colocado sobre nidos de aves, el asfalto que dibujara el camino de las plantas podológicas, veinte señores con veinte perros. Faltaba el bar a pie de desagüe, el olor alcantarilla y los barcos de recreo varados. El Molinar, con su Portitxol y los llaüts edificios con pijos disfrazados de neo Ibicencos  aún me ciega de amor, ellos luchan ante lo que se les sobreviene encima. Un puerto deportivo y más turistas que usan de orinal mi tierra. Cuando la escuadra Americana desembarcaba en la isla, los prostíbulos hacían caja de música. Era pequeña, pero lo recuerdo, se llenaba de uniformes de esos hombres instruidos para pensar que las islas eran Filipinas de relax. ...

BITÁCORA DE MALLORCA I

Ahora que estoy fuera de tu cuerpo puedo atreverme a hablar de la partida. Ese olor que para muchos nauseabundo, me calma, es la descomposición de las algas. Que fétido se entremezcla con el queroseno, esa es mi bolsa amniótica. Mi tierra Islandia. Conviven botellas de plástico con las de oxígeno. Pero yo...La quiero así: Puta, encendida por antorchas de centros comerciales que centellean las noches portuarias. La deseo porque forma parte de mi raza, ese diagrama de explotar hasta el más mísero grano de arena. Aquí todo tiene precio. Menos yo, por eso me marcho.

TESTAMENTOS

Ella se puso a llorar desconsolada ya había escupido lo suficiente todas las escrituras y notarios vivientes en las estrellas, lloraba por su otra descendiente. Lloraba y me preguntaba. Tema de enterramientos, registro del catastro, el expolio de la tumba paterna, firmas de renuncias de herencia, joyas bajo llave y un candado en su aposento. Lloraba mientras señaló el sofá perpetuo ocal como catre Lloraba, lágrimas de cacadrilo... Le contestaré a lo que no ha formulado. Sí, me agredieron, me enamoré y casi me cuesta la cordura-cesta, a veces tengo miedo en forma de frío, igual que un tajo fluvial que tatúa líneas Danuvio Azul con olor a ruda. Os echo a faltar igual que todos los puntos del universo, los lunares de la íes latinas, las pecas del Polo Norte. Me mudo de nuevo, tengo sueños y pesadillas a pesar que la gasolina cada vez aumente su tasa. Me gustaría un amor que me buscara, por amigo a Sancho, escudero incansable y a veces t...

LA OCA PERPETUA

Descubrí el pudor cuando abriendo las páginas del libro, usted Soberana coñac: Inicio de un prefacio de cuestiones vestidas con un chaleco de mofa. La primera, quién me enseñó a escribir, con mudez respondí: Tu ausencia. La segunda procedió del hijo pequeño. ¿Por qué ha escrito un libro? Historias de ego a parte no pude contestar. Como de costumbre la Sorbe-rana contesto por mi boca horizontal. La madre lo ha escrito para que cuando seas mayor y esté muerta se lo digas a la gente. Agradecería que no hubiese la palabra muerte en tres frases encadenadas, parece que el monotema es crucial en eso de herencias y trasmisiones eléctricas. Más dudas... Cuándo te mueras que prefieres incineración o lápida. Viendo lo estimada que soy por estas tierras devolverme al viento y al agua. Quiero fuego. Y lea los poemas una vez haya subido al avión y no sufra que me sentaré donde corresponda no sea que usted vaya a tener problem...

MISTERIOS JANEIRO

La señora equis mora su feudal en una balance, contabilidad de todo el patrimonio quemado a lo bonzo. Sabed la causa. Fue por amor. II La Incógnita sólo plañe las propiedades extraviadas por fe, no para de crear ordenanzas de la casa, del auto, de los zapatos a juego con las bragas, de los kilos de más instalados en mi figura, por el desgaste pero también por una paz interna que ya no corroe como lejía en las juntas de los urinarios públicos. No me importa Dama de Hierro que las tibias no vean la luz, nadie me aguarda en la final de ninguna Top Dance. Paso de ser sílfide, de escuchar el martilleo que si fuese radiofónico pensaría que voy a desfallecer por obesidad mórbida. Ay si no te hubieras divorciado serías la reina del patio de los restaurantes de lujo, llevarías trajes máscaros, podría incluso el bótox ser tu mejor amigo. Ay si no nos hubieras salido mar-rana. Sabed no tendría ni chalet, ni descaportable, ni senos empeñados. No...

OLÉ CAFÉ

La nada y aún así seguir subida a la escalera mecánica que me conduce a la boutique "Sé tu mismo".     II Individuales tapetes, sobre mesas, almohadillas geométricas ocultando la estepa de las sillas. Sin sus tronos meseta, no serían más que felpudos.       III Mira niñato, baja de tu monopatín, no vaya ser que la colina del Burgués King te trague de una vez por todas. Ante un gesto simpático, como es habitual en Dante hacia atrás que bramando se alejan las penas, ese existencialismo corresponsal que sin ninguna expectoración se extirparía, con un contrato incineradora asfaltando carreteras en el túnel de Sóller. Ante un gesto simpático la mueca patética del bloqueo. No voy a decir que somos amigos, a pesar de ese gen Barbie nauseabundo que me mitifica a que todo es de polígono rosa, a que existen príncipes media vales y que beber a escondidas y vomitar a retrete tu estadística de por ...

TRES AÑOS DE ECONOMÍA SUMERGIDA

Lleva Eva tres años de relación clandestina. Con un hombre de maderas claras y ojos azules. Tres años y el fuego es como las brechas de los cuadros de Van Gogh que prenden linos  y costuras. Él silencioso sube la marea hasta los pies de Eva,  la cubre y empapa sus tobillos en una Arquímedes de estaciones. Tres años amor mío, de vernos a pesar de que haya nevado en la carretera que conduce hasta mi cama, y yo hubiese tenido un tiempo de distanciamiento que propuse por incapacidad laboral del querer. Eres el mejor hombre, piensa Eva, de tonos almendra de tierra del río Seco, y no me importa la edad que nos separa como las riadas de los cauces. Y que puede arrastrarme a la desembocadura de tu experiencia. Me gusta, apoyarme sobre tu pecho calvario y orar la penitencia de tu lengua. Últimamente Eva observa ciertos celos, de esos que producen las tijeras y se asemejan a los tapices de renos colgados en salones de antaño televisivos. Te perdoné,...

LA RED QUE NO ES ROJO

hubo un amor mal cuidado lo dejé sin hilo en un bote en la bahía lo dejé sin hilo en el cielo cometa en una hilo de angora cuando bajaba del paracaídas a campos de hilos tostados de panes de cereales de sol hubo un amor que pendía de él de plata o fibra y resistía araño en su aventura era tan débil y sin nudo que hasta el aliento rompía su camino hay hilos silenciosos que tejen  pequeños trozos de ropa  con fotografías y sellos, crean una colcha filistea que adorna lechos pero deja los pies a la frialdad hipotensa hubo un amor que es una hebra que se ha cosido en mi espalda hueso a vértebra, vena a hilo un amor brujo de flecos amor amor amor llevando letra a letra el despertar al alba con cabellos dentro de mi boca hilo metal y pone velas con hilos internos a la abstracción hilada de toneles de ovillos eléctricos cables y compromisos un hilo que se vistió en mi dedo de anillo deshilache  vuelas espiga el trigal...

CARTA DE HELADOS

I A veces lloro en silencio para no despertar el cuervo negro que anida en mi esternón. II Una vez sentí que alguien dio su mano, quedando suspendida bajo una enorme mar de gelatina de fresa. La nubes era golosinas y no había ni una estrella que no pudiese ser degustada. Pero vinieron los pájaros con su pico curvo y ese ojo diminuto de tinta negra. Y caí estrepitosa en una máquina de helado que me fusionó con las esperas para adornar las copas, los conos, las tarrinas con cuchara de color, y añoré tanto ser cacahuete que no vivo ni un tío en la ilusión de la sonrisa de un niño aunque acabe en su tripa de infancia.

ÉPOCA

Siento el ruido de las caballerizas, el péndulo azotando cada sorbo de aire, Los equinos desbocados traen noticias de carruajes, sombras ataviadas de zapatos terciopelo y pelos quebrados bajos tupidas pelucas de rizos barrocos. Si por un momento en ese lúgubre retiro una mano se abre a la noche y pide limosna, no finjas descuido y saca el pañuelo que te regalé con nuestra iniciales bordadas. En él van mis lágrimas que has vendido por un peso, mis labios marcados hablando de olvido. Dale al mendigo la tela de una desdicha que soy la lepra del abandono que te clama clemencia.    Lluïsa Lladó.

LA AMISTAD Y EL AMOR

Diecisiete. Ni una, ni dos, ni tres. Diecisiete génesis, mudanzas para los profanos, creer que de lo único que tendré pereza  será de morir. II Mi Pato estimado, años de batalla asexuada donde cada vez en esta relación estamos arriesgando algo más que el plumaje, nos hemos convertido en esos engendros siameses con el corazón en mi costado y la contabilidad cerebral en el tuyo. La sangre irriga y la suerte distribuye en habitáculos el anhídrido y el oxígeno, tú, ves con mis ojos y una joroba antiestética nos persigue en las habladurías de los consortes amigos. Un día vendrá un médico, creo que se llama Doctor Stevens y en un operación cronometrada sacará un bisturí de platino para que uno de nosotros sea libre. Di por favor que sea yo la sacrificada, deseo tu libertad tanto  como las migas de pan barridas en los restaurantes y que acaban siendo puding de medianoche. Deseo Pato querido que te lleves el corazón, te lo mereces por b...

FE DE RATAS

Me agradaría no llamarte a través del latido, no pensar en tus respuestas que son iceberg a la deriva dentro de un congelador con fugas. A veces viene una ola con el quejido de la voluntad, sabes que siempre he sido obstinada y que algún día nacerá césped verde en las paredes y jugaremos a golf en alguna pradera de un sofá cama. Sé que parezco una autómata en el joyero de tus calamidades, la bailarina que gira y no pierde el ritmo con la música de Chopin y mortadela. Estoy en un proceso divino que roza al tedio, cómo es posible que vea agua en los jarrones si tu silencio en la flor mar Chita  me habla. Siempre quedará la duda de las berenjenas al horno, de las tapas gastadas, del aluminio roto abrazando la merienda de un niño, la duda de la verticalidad, de la cerraduras que sólo se abren con una dentadura propicia, la duda, no te quepa duda, si en tu bergante bodega hay espacio para un pequeño roedor que tiene miedo al agua, si hubo sinceri...

ESPERA M ANZA NA

Tengo un sueño y es en la cocina sentada en un taburete y se trata simplemente de hornear galletas con virutas de chocolate. ¿Y, cual es tu sueño?     II Cuando era niña siempre pintaba las paredes de mi dormitorio y tenía una foto enorme de la Pantera Rosa. No sabía ir en bicicleta, a pesar de las burlas, por llevar dos ruedas supletorias que la convertían en una extraña nave espacial con equilibrio trampa. Aprendí a conducir, sin manos, con un par de derrapadas y algún susto. Por eso creo firmemente que a pesar de los tropiezos amorosos; donde nunca amé, más que mi propia engreída miseria; donde los imperativos eran peces espadas que mataban cualquier atisbo. Y pensaba que comprar era querer, consentida de horario y  malcriada  que pegaba coces a las puertas  giratorias de los hoteles. Que a pesar de mis pesares, donde se respeta a uno mismo, se perdona al prójimo con la descendencia dispuesta a ser amada y recibir u...

OVOCITO HOUSE

Qué hacer si de golpe y batuta uno se queda sin nido y ve ida como cáscaras de huevo son tragadas por serpientes. Qué hace una madre, cuando despierta después de un letargo y espantada reconoce que ha perdido a sus hijos. Pues... Luchar. Luchar. Luchar. Como si de un parto perpetuo se tratara. Os guste, o no, familia perfecta, rancias invocaciones de boda y pelucas postizas. Hasta que muera.

TESIS

Cuando los cuerpos sean máquinas. Bombay sea una tienda de oportunidades y los niños piensen que la felicidad se compra en un chino. Cuando el metal sea nuestra alma y el lubrificante la sangre que impulsada vaya a un microchip insertado en la muñeca. Cuando seamos híbridos de robots y olvidemos el dolor para seguir destruyendo y la compasión y la piedad sean una estatua que encendida a una red, la lampara del jardín de un alto ejecutivo. Y no exista fauna, ni el ruiseñor brille por su oro, cuando, cuando dentro de un siglo o dos, mis cables se líen ante tanta guerra encubierta, las soldaduras de vivir cien años para ser elegidos. Cuando el cielo no exista, la tierra sepa a plomo y los muertos floten en el espacio. Y una chispa sea vida. Cuando aún todo esto y lo otro, en donde la vida era sueño, teatro, film y ahora videojuego para sobrevivientes. Y guarden celosos oxígeno en un frasco Channel número cinco. Te amaré sobre el iris derrotado de la pol...