Abuela al cel sia

Abuela tuviste que morir el día en que un país 

se quebró por una dictadura.

El día con el cielo de una luz de gálibo

por la vorágine del fuego en la montaña.

Abuela, fue en domingo, yo lo recuerdo.

Y era una adolescente, espiga de maíz, 

que aprendió con el cortejo de la muerte 

a vaciar el corazón de esperas.

Te fuiste y no regresaste

con los árboles que tiritaban tu nombre:

Una imagen de azules y rosas en mi memoria,

traficantes tonos de la suerte

del crepúsculo.

Yo ahora que soy un tubérculo 

sumergido en agua.





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