Incomprensible
Tú nunca entenderás los filamentos
que atan a la madre-medusa.
La causa de esta carnicería,
de trono sin monarca ni corona espinal.
El repudio de una sábana. La misma que guardó
mi cuerpo neonato y la cruz poliédrica que estigmatiza cada bar y sorbo.
Me hicieron creer que el norte estaba
entre los arrozales, pero, hubo una mueca
que delató al revólver
que miraba con su ojo de red.
Tú, jamás, habrás bebido vinagre materno agonizando en la noche,
asida a un rosario abstracto.
De tener la fe sin ojos
del campanario que clama a su cigüeña.
Los consejos de quién menos desconfiaba.
Instinto de supervivencia, carroña que expulsa
a su hiena, pluma estéril de pájaro dormido.
Neptuno de Goya con tentáculos de gelatina.
Por eso, no entiendes el enjambre que arrasa el bosque.
La acetona del afluente.
En fin, mi mundo de caos.
De soledad de fábrica.
De vellosidad que atrapa a su presa
y muere por el veneno de la caricia.
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