Descansa en paz, Maestro Domingo 馃檹
Conoce el cielo con su carnosidad.
Y los sauces, la inclinaci贸n equina de sus ramas.
La ausencia,
de los que construyeron un futuro.
El vah铆do de la bruma
El desvanecimiento de la palabra
de aquel profesor que de la escuela hizo su para铆so.
Y dej贸 un reguero de sapiencia
en la boca adolescente.
La alegr铆a almendra y la soltura radial
de recomponer una educaci贸n
para el que precisa del aprendizaje.
Se viste todo de azucena.
Se alicata de una sensaci贸n expl铆cita.
Arador que duerme desde lo alto.
Y que de su cosecha construy贸
谩rboles robustos que sostendr谩n
un sol, que busca, al maestro
y da calor a sus ra铆ces.
Te echaremos de menos toda una vida.
Pero dejaste la siembra alejada del cuervo
bajo la atenta mirada del ayer de tus islas.
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