Calcetines blancos
Incrédulo con tus calcetines blancos
solicitaste la entrada,
pero el lustre prohibió tu presencia
(en una broma de mal gusto).
No te hace falta el coraje para acceder al Parnaso,
pero tus calcetines te delatan.
Te delatan junto a otros formalismos.
No podrás bailar en la pista.
Ni ser observado desde la cúpula
por los que reservan la sala,
mientras se contornea el abecedario
a gogó.
Te delatan. Sí, en un juego
por la simple estética
del que hizo carrera en la línea de Alcampo.
Tú, aún crees en la poesía de barrio.
Abrigo de los pies, para dejar en remojo con lejía
las partes que te delatan.
La pureza -reza raza- que impide
la entrada en la discoteca.
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