Reseña de "Penélope en su odisea" de María Luisa Domínguez Borrallo.
Siempre he pensado que regalar pan, libros y zapatos simbolizan el amor más absoluto a la condición humana. Por eso, cuando María Luisa Domínguez Borallo se acercó con su libro "Penélope en su odisea" de "Amargord Ediciones" y lo obsequió, sentí una sincera emoción en un mundo que a todo se le pone precio.
Su título me resultó apetecible, pues, no hacía muchos días que había leído Medea (Tusquest) de Chantal Maillard y creo que la actualización a nivel literario de la mitología femenina y clásica en un contexto actual es un hecho indiscutible y muy interesante.
Penélope en su Odisea, describe el proceso de una mujer en tres etapas. Si Penélope ha representado en la tradición la mujer fiel y abnegada, aquí la protagonista se manifiesta reivindicativa y se libera de una pose conformista que aparente y socialmente se ha premiado en detrimento del valor individual.
Este libro, con una sólida base psicológica y con un lenguaje sensual y amoroso, nos habla del amor incondicional hasta el hartazgo que representa una espera insolidaria y frustrante, y que genera la incapacidad de cerrar el duelo hasta la proclamación de la ruptura con el desapego.
La protagonista teje a través de sus poemas la espera agridulce y las pasiones urbanitas. Con la original puesta en escena de Telémaco, el hijo fruto de un vínculo insostenible. Teje y medita en su observación al exterior la capacidad de tomar decisiones, contrastada con recuerdos corrosivos donde la esperanza anhela la conquista de Ítaca (la familia).
La decadencia progresiva de Ulises, al cual ya no le sirve justificar el fin con los medios, se evidencia con la culminación del "yo" de la heroína Penélope, en este manifiesto con un cáliz feminista, que nos versa que el peor viaje en esta odisea diaria de las relaciones y en este trayecto de convivencia, es llegar al interior del prójimo que se acomoda a nuestro lado para aguardar el regreso de quien nunca permaneció en nuestras vidas.
Felicidades María Luisa y muchas gracias por este gran hallazgo.
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