Buen viaje Bonald
Cuando un caballero muere,
su espada huérfana contempla
el vacío de una mano.
Con el útil de ceder a la vida
el poético momento
de ser una luna de tránsito.
Muere un poeta y nadie festeja su huida,
los crespones son la aritmética
de letras recordando su estocada.
En un mundo de móviles y baterías
que suponen un desbarajuste
para los que aprendieron de la pluma.
El despropósito de liendres negras
erosionando el zaguán
de los institutos
que oxidan la carencia
en puertas blindadas:
-La literatura no hace gente de provecho.
La juventud necesita poesía.
Forma parte de la tecnicatura 5G.
Creer que somos damas con bocas de rubíes.
Hablar alto sin emitir un sonido
desde las cuerdas.
Qué será de este domingo con un poeta menos
en la calle.
El suicidio de las polillas.
La hora bruja con ruido.
La muerte acechando a los niños de la posguerra.
Del acto de leer.
De despedir en una balsa vikinga
a los dioses sin perfil de Facebook.
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