Meta-fora

La afonía de nuestros grillos
evidencia entre de peces,
nuestras manos.
La llama de la diana
del ascensor en su navegación.
En un despropósito de estrés,
colas de camaleón y ojeras con gafas.
Tal vez la tos inoportuna.
El dividendo del alza en un tablero
de caucho bajo el chorro.
Nos convierte en marionetas
de brazos cortos e hilos.
En jugadores de rol apostando
la moneda más rara.
En niños sin teta. Despertador ogro.
Robots bordes cortantes.
Con la encrucijada de llegar y no retrasar.
De morar más verde que rojo.
De vivir a trozos, como puzzles
caídos desde la azotea.
En este mareo de horarios.
De atascos.
De sueño de mal parto.
Necesito tu ojo cayendo sobre mi ombligo.
La tibieza de las zapatillas
del coraje de arrimarse
a la paz, de sentarse con un poema.
Y una tisana de sombras aguamarinas.
Y pensar lo mucho que extraño tu tez,
que cada una de tus púas revientan en flores.
Y en el abrazo como dos botellas
después del concierto. Besarnos.
Viviendo.
Y decir con tono megáfono.
Mañana es mañana.
Y no vamos hacer absolutamente nada.
Ociosos serenos personas.
Y dejaremos de correr tras la zanahoria.

Comentarios

Entradas populares