Muecología

Los domingos por la mañana
saco a pasear
mis bolsas hartas de plásticos,
que se estrellan en el contenedor del reciclaje.
Minuciosamente los separo
y creo que con el lanzamiento
éstos deberían llevar una palabra, un título.
El algo de no sé qué...
Son semillas contemporáneas
de tardes de café
con el sol a rayas tras la ventana.
De botellas dispares
que han regido un minuto de la vida.
El tiempo que sí se quema...

Olvido en su maraña de tanque
para que en una planta industrial
de monos verdes
los trituren con resonancia de música.

Esta tarde me quedé mirando un brick de leche
por si podía escuchar las voces
que en un ayer bebieron de su matriz.
Parece la búsqueda de un latido muerto.
E imagino una casa de macetas
y ángeles colgados de los armarios
de su extracto aluminio.

Prefiero elegir el amor de una sala
donde servían  primero a los débiles y luego
a los de bondadosa luz con niños y caniche.
Porque de mis materiales
el silencio ha hecho mella
y ya no recuerdan el tronco
de dónde sobrevivieron.

Cómo cambia un objeto
según su significado.
Una joya no puede competir con una lata.
Pero yo creo que en lo reparado
salvamos a alguien.
Al planeta, a ti
o a esta mujer que delante del espejo
agoniza con selfis.

Comentarios

  1. Cómo cambian las cosas según la mirada.

    Me ha entusiasmado este poema.
    Felicidades, Lluïsa.

    ResponderEliminar
  2. Diferentes vidas y usos de todo lo que nos rodea.
    Me encanto el poema.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
    2. Gracias José Manuel. Estamos hechos al antojo de la materia del reciclaje.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares