La Inquilina

"Subí las escaleras
y al girar la nuca observé
el granulado que vestía las paredes"

Los descansillos, las puertas,
la mirilla cíclope o el interruptor
son la naturaleza que acompaña
al peregrinaje de los que
moran sin ascensor en un edificio existencial.

Las víctimas que sacuden con fuerza
la temporalidad que golpea con su corazón
los timbres o los buzones de rasguños,
y pulsan los porteros
esperando una palabra.

Cuando una persona es sometida
y tiene miedo.
Vive en una finca donde no habita
ningún inquilino.
O es que los vecinos prefieren callar.
Hacerse los muertos.

Y que un reguero de sangre
no ensucie sus televisores.

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