Angustia no es un.nombre de chica
No puedo evitar la decadencia del mundo
en el balanceo de la doblez del cuerpo
como la bailarina
que vive en una nube.
No puedo, con esta informal oscilación.
De poesía a poesía.
En el émbolo de letras
que amalgamadas impiden el aire.
Con el movimiento paralítico del trapecio
que se queda como un descosido de cal
en el muro.
Si escribir suponiese caminar.
Si el reflejo de ello fuese avanzar.
Y en el avance con las palabras remar
para salir del río.
Quieta, suspendida en la incertidumbre.
Caminatas del escribiente.
Para andar con los ojos de piedra.
Y darse cuenta que la tecnología
nos ciega.
Que no se puede amar
por decreto.
Y que los columpios del parque
vuelven a estar solos.
Lluïsa Lladó.
en el balanceo de la doblez del cuerpo
como la bailarina
que vive en una nube.
No puedo, con esta informal oscilación.
De poesía a poesía.
En el émbolo de letras
que amalgamadas impiden el aire.
Con el movimiento paralítico del trapecio
que se queda como un descosido de cal
en el muro.
Si escribir suponiese caminar.
Si el reflejo de ello fuese avanzar.
Y en el avance con las palabras remar
para salir del río.
Quieta, suspendida en la incertidumbre.
Caminatas del escribiente.
Para andar con los ojos de piedra.
Y darse cuenta que la tecnología
nos ciega.
Que no se puede amar
por decreto.
Y que los columpios del parque
vuelven a estar solos.
Lluïsa Lladó.
Comentarios
Publicar un comentario