Sisifo de sagitario
De niña siempre fui despistada,
dejaba olvidado los días limpios el paraguas
y las prendas mostraban sin pudor
su dentadura
a la risa de mis anfiteatros acompañantes.
Siempre me enamoraba del monstruo del cuento
y lo perseguía
con un bote de pintura de mostaza.
Le exclamaba:
- ¡No corras!
Quiero pintar franjas ocres,
franjas de verano trigal
en esa panza de devora-niños.
Deseo liberarte de la maldición
y que sea mañana,
cuando despiertes amarillo
y vueles,
vueles Sol, sin miedo.
Descansando de tu huida.
Pero...para eso
debes mutar poema
y vomitar tu orgullo.
dejaba olvidado los días limpios el paraguas
y las prendas mostraban sin pudor
su dentadura
a la risa de mis anfiteatros acompañantes.
Siempre me enamoraba del monstruo del cuento
y lo perseguía
con un bote de pintura de mostaza.
Le exclamaba:
- ¡No corras!
Quiero pintar franjas ocres,
franjas de verano trigal
en esa panza de devora-niños.
Deseo liberarte de la maldición
y que sea mañana,
cuando despiertes amarillo
y vueles,
vueles Sol, sin miedo.
Descansando de tu huida.
Pero...para eso
debes mutar poema
y vomitar tu orgullo.
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