A zurrir que son dos días.

El señor Tequila
vivía en un estado
comatoso,

coma eso
beba lo otro,
la anarquía era una locomatora descarrilada
de coma etílico a sus razones
en comillas u otras millas
hacia la sazón
de interpretar cómo, cuando y dónde
tacómata
y sus burbuja de queroseno.

Hijo escriba lo que desee.
Como si usa sangre de asno 
en su pluma, comandante sin comas.

Eso me pasa por hablar con Zeus
y no ser más que una turista
perdida en su feudo helénicoma.

Perdón que le hable a usted de cara coma.


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