Palabra de Veyrat
Fue un auténtico placer el descubrimiento de una poeta balear que trabaja en una poética en lengua castellana y que opera un salto gigantesco sobre la generación de posguerra, recuperando el habla prácticamente entrecortada que suele definir a la mejor poesía. Una voz que nace de la escucha directa de las vibraciones neuronales, creando sinapsis nuevas que configuran la re-escritura, por ejemplo, del espléndido libro "La complejidad de Electra", a cuya presentación acudí de la mano de la indispensable Concha Rodriguez, en la que el esfuerzo del habla aplica los hechos de un antiguo mito, a los comportamientos de miembros de la sociedad actual: la misma que antaño conocemos a través de "los clásicos" en sus contradicciones y necedades de comportamiento. Lluïsa Lladó que se apoya a menudo en una contemporánea nuestra, Gloria Fuertes (injustamente relegada al rincón de los inocentes castigados), Rosana Popelka o Wislava Szymborska, de las que recoge gran parte de su lenguaje a menudo entrecortado, pero que llega, y cómo no, a recomponerse, como es debido diríamos, en espléndidos poemas. Como este mismo:
EL VIAJE AL CENTRO DE LA PERSONA
De la mano en este instante
necesito más que sexo el poder
confiar en ti lo suficiente para volar como lo hacen
los inocentes en los sueños
Con la determinación "aeroplana".
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