Modas pasajeras
No voy a hablar de septiembre.
Me apetece más
ir a contracorriente y añorar el mes de mayo.
Bautizo mensual de poética
como si tuviéramos que pintar un abanico
por cada encabezamiento.
La persona se hace árbol
y se confiere la misión universal
de dar un fruto de oportunidad u oportunismo.
Siempre a la vanguardia del tema
nos convertimos en pájaros carpinteros
tallando el texto en la rama.
Qué si ésto.
Qué si lo otro...
Como mayo no hay ninguno. Siempre en él, amiga de la palabra.
ResponderEliminarY además rima con rayo 🤪
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