Estrafalario
Al lado del container
había una silla azul.
Varios enseres, mobiliario de formica,
que de pie
aguardaban el camión de la basura.
Regios no miraban directos a los ojos.
Su guardia nocturna
bajo el sopor
exponía su frente a la desidia de la humedad septentrional.
Saqueo de entuertos y cojos,
echados de su domicilio.
Habían olvidado el cansancio del cuerpo,
la mano que los limpió
con Centella.
El niño que se arrimó al estante.
Y la primera fractura
por la mudanza de un divorcio.
La silla azul y su escenario.
Igual que a un viejo escritor.
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