Desnudez ferroviaria

Construimos la casa más hermosa
con nuestra manos,
todos los pájaros habitaban en ella.
Y la lámpara resplandeciente
soleaba sus intestinos
aportando la luz que nos salvaba.
Qué lástima, el destino
con su envidia fue la reencarnación de las termitas
y de los cimientos hizo su ágape.
Ahora la casa no tiene muros
la puerta inexistente, y te veo pequeño
como un ratón vestido de gato.
Las corrientes de aire
nos despeinan y yo tengo una aleta nacida
en el corazón que busca nadar
en la piscina de todos los océanos.
Miro el suelo ennegrecido.
La ausencia de arañas.
Un mundo ruin y los jarrones
corruptos de mentira.
Ikea no querría ningún mueble en esta vivienda.
Una casa que ya no es casa.
Que ha perdido el fuego.
Sus letras c,a,s...
y queda un alambre.
Una alcayata de la que no cuelga
más que el miedo y la herrumbre.
Y a mi corazón las escamas
han florecido.
La casa. La primavera.
Huir de la gota de ricino
Tú eres vida de cortinas con selva y ciudadanos de lujuria.
De uvas en baño
De arroz y gamba en la cocina.
Construimos la casa más bella.
La construimos.
Resucitar a un fallecido.
Todo es posible. Con otro cuerpo.
En otra vida.
En el mar.

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