Melatonina.
Ayer arreció el viento, y hoy, con paradigma
vuelve el viento.
Buenos aires bajaba yo de las aulas
y Elvis me apareció en el oído,
con mi padre
de la mano.
Mi padre biológico
amaba a Elvis, en cambio,
el rey astro ni sabía que él existía.
De niña, en la pantalla
con su tupé y una guitarra de madera de lápiz.
Era Hawai y la chica guapa
siempre llevaba los pechos en punta
como escoltados bajo dos copas
de fieltro.
Mi padre cantaba de memoria
sus historias
de perros y lunas ováricas.
En mi familia todos saben cantar.
Yo cuando lloro, canto.
Y este viento que no cesa en su empeño,
de desordenar panorámicas
y cruzo y veo y tiemblo con la imaginación
una balada de amor sin rifle.
En el corazón de la memoria,
donde los héroes
siguen vivos.
vuelve el viento.
Buenos aires bajaba yo de las aulas
y Elvis me apareció en el oído,
con mi padre
de la mano.
Mi padre biológico
amaba a Elvis, en cambio,
el rey astro ni sabía que él existía.
De niña, en la pantalla
con su tupé y una guitarra de madera de lápiz.
Era Hawai y la chica guapa
siempre llevaba los pechos en punta
como escoltados bajo dos copas
de fieltro.
Mi padre cantaba de memoria
sus historias
de perros y lunas ováricas.
En mi familia todos saben cantar.
Yo cuando lloro, canto.
Y este viento que no cesa en su empeño,
de desordenar panorámicas
y cruzo y veo y tiemblo con la imaginación
una balada de amor sin rifle.
En el corazón de la memoria,
donde los héroes
siguen vivos.
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