Cocodrilo de versos
En detrimento danzan idos,
pues, ya no existe la búsqueda
de la semántica apalabrada.
La música ensordece, el ruido rubrica
y todo en conjunto
en decadencia armoniosa va gestando desorden.
Ellos, ellas, camellos, bellos y doncellas.
No hay métrica a salvo de los oídos,
sólo la adicción, hacia una única substancia.
Esculpen, en medio de la pista de circo,
la dopamina.
Qué más da, exclamar pedo o Venus.
El sonido es lo que importa.
Así que en corro, se suministra la ilegalidad de la pureza
en dosis adulteradas
creando espasmos y glandes en las palmas de las manos.
II
La verdadera esencia de la droga poética
produce alucinaciones
y hace que el corazón tiemble como un terremoto.
Oculta
no se vende en los antros
de las macrodiscotecas de Holanda.
Vive en páginas silenciosas
y provoca la muerte súbita por asfixia.
pues, ya no existe la búsqueda
de la semántica apalabrada.
La música ensordece, el ruido rubrica
y todo en conjunto
en decadencia armoniosa va gestando desorden.
Ellos, ellas, camellos, bellos y doncellas.
No hay métrica a salvo de los oídos,
sólo la adicción, hacia una única substancia.
Esculpen, en medio de la pista de circo,
la dopamina.
Qué más da, exclamar pedo o Venus.
El sonido es lo que importa.
Así que en corro, se suministra la ilegalidad de la pureza
en dosis adulteradas
creando espasmos y glandes en las palmas de las manos.
II
La verdadera esencia de la droga poética
produce alucinaciones
y hace que el corazón tiemble como un terremoto.
Oculta
no se vende en los antros
de las macrodiscotecas de Holanda.
Vive en páginas silenciosas
y provoca la muerte súbita por asfixia.
Se lee en voz baja, casi en un suspiro que hace cosquillas al oído.
ResponderEliminar